Por Kevin Fàbregues

Desde 1896, año que se celebraron en Atenas los primeros JJOO de verano de la era moderna, sólo dos acontecimientos impidieron que no se celebrasen: la Primera Guerra Mundial (Berlín 1916) y la Segunda Guerra Mundial (Tokio 1940 y Londres 1944).

El año pasado, la pandemia paralizó el mundo del deporte y los organizadores se vieron obligados a suspender y posponer los Juegos Olímpicos de Tokio para el verano de 2021, concretamente del 23 de julio al 8 de agosto.

En este artículo me gustaría hablar de la nueva estrategia de marketing de uno de los eventos más importantes a nivel deportivo que existe hoy en día.

Un enfoque directo

En tiempos de aislamiento mundial, el Comité Olímpico Internacional (COI) se enfrentaba a un acontecimiento histórico y debía reaccionar de manera rápida y efectiva. En primer lugar, siguieron refiriéndose a los juegos como Tokio 2020 y así no romper con la tradición de los 4 años. En segundo lugar, le dieron importancia al empoderamiento digital y personal para conseguir conservar el entusiasmo olímpico hasta el verano de 2021.

¿Cómo lo consiguieron?

Enfocándose directamente en el consumidor para hacer sentir esa conexión en los duros momentos de confinamiento.

Christopher Carroll lo explicó en una entrevista en The Drum: “Teníamos que ser capaces no sólo de hablar como se habla, sino de caminar por el camino cuando se trataba de ir directo a la gente. Los hábitos de consumo del público han cambiado mucho y volverán a cambiar en un año, con suerte, para mejor”.

Con esta mentalidad, el equipo de marketing de los JJOO se decidió por crear contenido multicanal que hablase directamente con los “fanáticos” y así romper esa barrera invisible entre espectador y atleta. Un claro ejemplo de este tipo de contenido es el vídeo titulado Giant Workout with Olympic Athletes from all over the World!

Además, el sitio web oficial ha generado contenido durante los últimos 12 meses, con noticias inspiradas en los JJOO, así como una sección para “conocer a los atletas” y la posibilidad de rastrear la antorcha olímpica en su camino hacia Tokio.

Este enfoque directo y personal ha mejorado el compromiso de los más fanáticos al transportarlos al corazón de los JJOO y, de ese modo, poder conocer la épica de un evento de esta importancia.

La ola de los JJOO

La propia estrategia que llevó a cabo el COI ha provocado que se creen nuevas colaboraciones en redes sociales que despiertan aún más el interés de los usuarios más digitales, creando concienciación sobre los JJOO en los últimos 12 meses.

Un ejemplo claro de esto fue la aplicación social TikTok que lanzó sus propios vídeos de entrenamiento con el Team GB, creando contenido sobre los JJOO con el hashtag #teamgbgames, demostrando así el potencial infinito que tenemos en la era digital.

La llama olímpica hacia un nuevo cambio

Los Juegos Olímpicos se han vuelto más valiosos al crear este enfoque dirigido a los “fanáticos” y darles la oportunidad de ser parte de este evento histórico. Los seguidores ya no se sienten solamente espectadores viendo a los “dioses” del deporte competir: estas personas ahora pueden utilizar el mundo digital para compartir experiencias y codearse con ellos.

Este nuevo enfoque utilizado por el equipo de marketing de los JJOO es lo suficientemente poderoso para abordar temas como el sexismo y el racismo junto con la capacidad que tienen los valores deportivos para conseguir un mundo más inclusivo y crear un futuro prometedor.

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