El sector necesita un cambio. Modernizarse para sobrevivir.

Es una de las industrias más antiguas del mundo, trazando sus orígenes hasta las primeras civilizaciones. Además, es una de las que más genera empleo en todo el mundo, al incluir no sólo hoteles y restaurantes, sino también otras empresas relacionadas como cruceros, balnearios o casinos.

Y sin embargo, con la aparición de nuevas tecnologías y opciones de alojamiento, la industria hotelera se ve amenazada.

¿Qué puede hacer para ajustarse a los nuevos tiempos, innovar y no quedarse obsoleta?

Primero que todo, es muy importante que los hoteleros estén siempre informados de las nuevas tecnologías, tendencias de mercado y los consumidores, realizando los cambios necesarios para adaptarse a ellos.

Un buen ejemplo es la cadena Radisson, que ha implementado en cuatro de sus hoteles un sistema rápido e innovador para hacer el check-in. En estos establecimientos, el cliente puede hacer el check-in de manera virtual y desde 24 horas antes. Una vez realizado el proceso, se le envía un código de barras que tiene que escanear a su llegada al hotel para recibir rápidamente la llave de su habitación. Y aunque por ahora esto es sólo una prueba,  es probable que éste y otros hoteles acaben implementando algún sistema parecido.

Otro punto a considerar es la importancia del móvil, al ser el principal dispositivo por el cual los usuarios acceden a Internet. Según el último informe de Phocuswright para SiteMinder, se prevé que para 2018 las reservas de hotel hechas a través de un dispositivo móvil alcancen el 35%. En este sentido, es crucial que las páginas web de los hoteles sean “mobile friendly” y permitan un proceso de reserva fácil, cómodo y rápido.

En tercer lugar, aunque es crucial que los hoteleros conozcan a sus consumidores y sus tendencias, también es imprescindible que tengan en la mira a su competencia. Los rivales se han expandido, y ya no es como antes, cuando solo los hoteles competían entre sí. Hoy hay en el mercado algunas empresas modernas e innovadoras, como Airbnb, Wimdu o  BedyCasa, que ofrecen nuevas alternativas a los viajeros.

En definitiva, a la industria hotelera le esperan grandes cambios. Por ahora parece que se ha quedado atrás, corriendo el riesgo de perder clientes y transformándose en algo aburrido y obsoleto.

Ya es hora que este sector  se modernice y se adapte a los nuevos tiempos.

Vivian Muñoz Jean-François.

 

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