Los ad blockers ganan cada vez más adeptos, provocando grandes pérdidas en el sector.

Como usuarios, Internet nos ha permitido tener mayor control sobre qué contenidos queremos ver y cómo y cuándo los vamos a consumir.

Sin embargo, no todo es color de rosas en el mundo online. Desde hace algún tiempo, el exceso de anuncios en muchos sitios web ha provocado que las personas empiecen a utilizar extensionesAdblock o Adblock Plus son dos ejemplos- que bloquean la publicidad en las páginas que visitan.

Esto ha generado una alarma en el sector publicitario, debido principalmente a dos factores: el aumento anual de usuarios que utilizan extensiones de bloqueo de anuncios y la notable pérdida económica que esto está suponiendo.

Según Page Fair X, una start up que ofrece un servicio para medir el costo del bloqueo de anuncios, en 2015 la comunidad de usuarios que utilizó ad blockers creció hasta llegar a 200 millones de personas, suponiendo una pérdida de $22.000 millones para el sector.

Nos encontramos entonces delante de una batalla entre los usuarios que quieren navegar sin ser bombardeados por anuncios, y los medios online que defienden la publicidad, ya que sus sitios web viven de ella.

Y ya se han dado los primeros golpes. Algunos medios de comunicación digitales están restringiendo el acceso -aunque sea de manera momentánea- a ciertos contenidos a los usuarios que utilicen ad blockers. Así, si la persona realmente quiere ver el contenido, no tiene más opción que desactivar la extensión de bloqueo.

Por su parte, algunas extensiones han descubierto un posible negocio en el conflicto, dividiendo los anuncios en “aceptables” y “no aceptables”. En este caso, las compañías que quieran que su publicidad sea clasificada en el primer grupo para que sea mostrada a los usuarios, deberán pagar.

Encrucijada digital

Las generaciones con más presencia en el mundo online son los Millennials y la Generación Z, ambas adeptas a los ad blockers para mejorar su experiencia de navegación.

Mientras tanto, desde el lado del marketing supuestamente estamos viviendo un hito, en el que la publicidad que creamos está súper segmentada y puede llegar a nuestros verdaderos usuarios.

Pero si estamos generado un tipo de comunicación, contenido y anuncios supuestamente afines a los gustos e intereses de nuestro público, ¿por qué hay un auge de las extensiones de ad blockers?, ¿Qué estamos haciendo mal?

Si el mundo online tiene la capacidad de transformar la comunicación y la publicidad tal y como la conocíamos hasta ahora, es imprescindible que encontremos una solución para ganar esta pelea.

Marta Cuenca Romo.

 

 

 

 

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