Por Carlota Albalá

A consecuencia de la pandemia, el comercio electrónico ha cambiado radicalmente la forma en que funcionan la mayoría de empresas, y la industria floral no es una excepción.

Con el auge de las plataformas de compra online, sectores como ésta industria se han tenido que adaptar al cambio de la web 3.0 y han trasladado sus servicios al sector del comercio electrónico.

La venta y distribución de plantas y flores ha debido reinventarse, adaptándose a la nueva situación del comercio no presencial, brindando así la oportunidad a todos los amantes de las flores de poder comprarlas y enviarlas online.

Una de las principales causas del aumento de las ventas a través de e-commerce de la industria floral es la repentina disminución de la compra de flores en los espacios físicos, impuestos por las restricciones de movilidad, de apertura de espacios de modificación de los horarios por situación de la pandemia. Datos extraídos del portal de estadísticas Statista del año 2020 muestran que la mayoría de consumidores prefiere comprar flores en línea debido a dos razones: ahorro de tiempo y de dinero. La compra de flores a través del e-commerce permite al consumidor comparar precios y ofertas con diferentes marcas. Este hecho no se da en la compra presencial, ya que no se tiene tanta facilidad para comparar precios y productos debido a la distancia entre los diferentes comercios.

Las floristerías en línea han aumentado las ventas al ofrecerle al cliente paquetes florales que le permiten comprar una gran cantidad de flores para una ocasión a un precio justo. Esta estrategia de marketing es un valor añadido para las floristerías que la adoptan, diferenciándose del resto atrayendo, así a un mayor número de clientes.

La supervivencia del negocio dependerá que sean capaces de vender en línea porqué el comercio presencial está marchito.

Por lo tanto, las empresas se centran en ofrecer al cliente productos de alta calidad, sin intermediarios y a un precio asequible. Es el caso de la startup Colvin, situada en Barcelona que ha vivido de primera mano el auge del comercio electrónico durante el confinamiento debido a la Covid-19. Según La Vanguardia, la necesidad de mostrar afecto en estos meses complicados ha impulsado las ventas de flores y plantas a través de su plataforma.

La cadena de suministros deviene el factor que les hace competitivos respecto a otras floristerías online. Sergi Bastardas, fundador de la startup, explica en La Vanguardia, que ésta funciona de forma más ágil y eficiente que la convencional, ya que Colvin permite realizar, a la vez, pedidos de distintas plantas y flores con un solo clic. Así mismo, asegura que los precios son más competitivos ya que trabaja directamente con productores.

En conclusión, ¿Podríamos decir que las nuevas tecnologías nos han acercado al consumidor y éste se ha convertido en un comprador nato desde su propia casa sin necesidad de dirigirse a una tienda física?

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